COMIENZALO AHORA

Hasta que nos comprometemos
hay vacilación,
la posibilidad de retroceder,
inefectividad.

En lo concerniente a todos los actos
de iniciativa (y creación)
hay una verdad elemental
cuya ignorancia mata incontables ideas
y espléndidos planes.

Que en el momento
en que nos comprometemos definitivamente
la Providencia da el paso también.

Todo tipo de cosas ocurren para ayudarnos
que de otra manera nunca hubieran ocurrido.
Una corriente de eventos surgidos de la decisión
genera a nuestro favor
toda clase de incidentes y encuentros imprevistos
y asistencia material
que ningún hombre podría haber soñado jamás
que vendría en su ayuda.

Aquello que puedes hacer
O sueñas que puedes hacer,
Comiénzalo.
La audacia tiene genio, poder y magia.

Comiénzalo ahora.

Goethe

10 ideas para Crecer con la crisis

Hace meses que venimos escuchando hablar de la crisis y es una buena oportunidad para tomar lo que sucede afuera como reflejo de lo que nos ocurre individualmente: cuando podamos tomarnos las crisis (externas o internas) como oportunidades en vez de amenazas, tendremos mayores posibilidades de crecer.

Estas son algunas ideas para aprender a tomar estímulos externos aparentemente difíciles como desafíos para estar mejor:

  1. Estar dispuesto a soltar la creencia de “yo sé cómo son las cosas”, ya que desde ese lugar es imposible abrirse a nuevos paradigmas. Una buena forma de poder lograrlo es observar a personas diferentes a nosotros que se toman el mismo hecho de una manera opuesta a la propia. Esto nos confronta con que lo que ocurre afuera no tiene una única respuesta, y que la propia forma de reaccionar no es la única ni la verdadera, y por lo tanto, posible de modificar.
  2. Tener el valor y la humildad de pedir ayuda cuando no encuentro una salida, una forma nueva y distinta de ver las cosas. Hasta que no pueda animarme a ver la crisis de una forma diferente, las conclusiones a las que llegaré serán siempre las mismas. Y para acceder a ver con otros ojos, necesito pedir ayuda a personas que tengan esa facilidad desarrollada (es decir, pedirle a una tía o un jefe pesimistas, en vez de ayudar, va a profundizar aún más el laberinto de problemas del cual no sabemos salir).
  3. Existe un requisito esencial para adquirir maestría en cualquier aprendizaje: Práctica, práctica y práctica. Esto significa que si las primeras veces que intento mirar con otros ojos y realizar acciones que no estaba acostumbrado, no me salen bien, me siento incómodo o las descalifico...entonces lo que sucederá es que nunca podré tomarme espacios de crisis como oportunidades y caeré como la gran mayoría, en la interpretación de que una crisis es sólo para empeorar las cosas.
  4. Encontrar ejemplos de personas que ya hayan logrado lo que hoy a mí me resulta imposible o muy difícil de conseguir: ganar dinero cuando todos dicen que no es el momento, apostar a un viaje y darme un gusto sin temor al futuro, conversar con aquella persona con la que estoy en crisis sin esperar a que llegue el “momento”, buscar un nuevo trabajo, etc, etc. Siempre hay personas que ya se animaron a dar ese paso, y nos pueden inspirar. Sólo es cuestión de comenzar a mirar alrededor.
  5. Estar dispuesto a reírte de ti mismo cada vez que las cosas no salgan como lo esperabas. Para esto es necesario animarnos a dejar el ego que siempre se queja y se siente ofendido de cualquier estupidez y, en vez de eso, respirar profundo y comprender que todo forma parte de un juego.
  6. No esperar fórmulas mágicas desde afuera, y por el contrario hacerte la siguiente reflexión: “¿Cuál es mi parte de responsabilidad para haber llegado hasta aquí?”, es decir, ¿de qué me hago responsable? Si no me hago responsable de nada y los demás tienen “la culpa” de todo (el país, mi pareja, mi jefe, mis padres, etc) entonces jamás podré salir de mi crisis personal ya que sólo podemos transformar aquello de lo cual nos hacemos cargo.
  7. Buscar contextos de gratificación, alegría y tranquilidad, ya que para salir de un espacio de crisis, necesitamos comenzar por lo mas obvio y accesible: el contexto externo. ¿Qué caracteriza un contexto?: el lugar físico, la iluminación, el sonido ambiente, las conversaciones, el contacto con la naturaleza, actividades que me resulten placenteras, etc. Si los contextos en los que vivo hoy (trabajo, familia, pareja, amigos, descanso) no son los que me gustan...¿qué espero para crear nuevos?
  8. Conectarme con el cuerpo y la emoción a través del deporte y el arte. Tanto las actividades deportivas de todo tipo como las artísticas (baile, canto, pintura, teatro, cocina o cualquier actividad que se haga artísticamente) nos conectan con el mundo de las “sensaciones”. Y cuando estamos en los sentidos, dejamos de estar en la cabeza, que es la que nos lleva a no poder salir de las crisis. El corazón y el cuerpo siempre saben, la que duda e inmoviliza es la mente.
  9. Ir al terreno de la acción AHORA. Esto implica decidir hoy mismo con qué acciones específicas y concretas voy a iniciar un camino de crecimiento gracias a la crisis. Una vez que termines de leer este artículo ¿qué vas a hacer?: ¿vas a hablar con alguien que no te animaste hasta ahora, vas a inscribirte en ese curso pendiente....? Si no vas a hacer nada, entonces no te quejes y acepta los precios que se pagan por quedarte donde estas. Como dijo Goethe: “Aquello que puedes hacer, o sueñas que puedes hacer, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y magia. Comiénzalo ahora"
  10. Imprimir este artículo y...quemarlo!! Así como lo lees, aunque te suene extraño o poco convencional. Si luego de leer este texto y para hacerle frente a la crisis, lo imprimes y lo pegas en la heladera...te está faltando lo más importante: el placer de hacer. Todo esto es para tenerlo presente y luego es como salir a bailar: para disfrutar del baile no importa contar los pasos sino gozar del encuentro con el otro.
Ignacio Trujillo
Autor del libro “El alma tiene sus razones”. Nació en Buenos Aires en 1968, es licenciado en Comunicación y Publicidad y Coach Ontológico.

La diferencia entre Sueños y Metas

¿Cuál es la diferencia entre un sueño y una meta?

Un sueño siempre es el punto de partida. Supone el comenzar a crear imágenes, pensar en ideas y situaciones que nos gustaría que sucediesen en el futuro en nuestras vidas.

Los sueños pueden parecer al principio poco realistas o alcanzables, pero el simple hecho de pensar en ellos nos inspira y nos llena de esperanza imaginando que tal vez algún día podrán convertirse en realidad.

Una meta nace cuando decidimos que ha llegado el momento de comenzar a tomar acción para que ese sueño se convierta en realidad. Las metas comienzan a aparecer cuando nos comprometemos a convertir nuestros sueños en realidad y comenzamos a crear un plan de acción que nos pueda llevar hasta allí.


Muchas personas son simplemente expertas en soñar y soñar. Realmente esa es la parte fácil y divertida. Dejar volar la imaginación y crear en nuestras mentes toda esa serie de resultados que nos harían sentir que nuestra vida ha sido bien invertida. Pero no nos engañemos. Si no nos proponemos dar el siguiente paso, que es la transformación de esos sueños en metas concretas, esos sueños jamás se convertirán en realidad. Es imprescindible poner en juego nuestra disciplina para que todo el proceso se ponga en marcha a través de la acción.

Es cuando te pones tus zapatillas de deporte y comienzas tu rutina de ejercicio, cuando tu sueño de conseguir una forma física de primer nivel comienza a materializarse.

Es cuando ahorras esos primeros cien euros y los inviertes, cuando tu sueño de disfrutar de independencia económica comienza a materializarse.

Es cuando comienzas a documentarte y a estudiar los temas necesarios, cuando tu sueño de escribir una novela comienza a materializarse.

Es cuando comienzas a sustituir comidas poco saludables por alimentos orgánicos y frescos, cuando tu sueño de disponer de altos niveles de energía comienza a materializarse.


Y esta lista podría seguir indefinidamente…

Te animo a coger ahora mismo tu lista de sueños y a comenzar a establecer metas concretas que te pongan en movimiento.

Si eres capaz de soñarlo eres capaz de conseguirlo. (Walt Disney)

Lo único que te separa de ello es el precio en esfuerzo que necesariamente vas a tener que pagar. Cualquier sueño que merezca realmente la pena va a requerir de un esfuerzo en muchas ocasiones titánico para convertirse en realidad. La única pregunta que has de formularte es muy clara:

¿Estoy dispuesto a “pagar” el precio necesario en esfuerzo?

Y ante esta pregunta solo existes dos respuestas. Una te lleva directamente hacia tus sueños. La otra te dejará siempre en el mundo de los simples deseos y la ilusión.

Quienes alcanzan sus sueños, en un momento determinado de sus vidas decidieron que iban a transformar sus sueños en metas. Y una vez establecidas esas metas, se comprometieron a tomar acción de manera incansable hasta lograrlas. Punto.

Ahí están resumidos todos los secretos:

Poner el esfuerzo necesario hasta lograrlo. Repito: Poner el esfuerzo necesario hasta lograrlo.

JOSE MARIA VICEDO (ClubSuperacion.com)